martes, 25 de mayo de 2010

NO VOLVERÉ A SER JOVEN


JULIETA VENEGAS. A CALLARSE

Eso es lo que pensé cuando escuché a este gobierno proponer sus medidas de recorte del gasto. Pensé que jamás volvería a ser joven y automáticamente recordé uno de mis poemas favoritos de Jaime Gil de Biedma:

"Que la vida iba en serio

uno lo empieza a comprender más tarde

-como todos los jóvenes, yo vine

a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería

y marcharme entre aplausos

-envejecer, morir, eran tan sólo

las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo

y la verdad desagradable asoma:

envejecer, morir,

es el único argumento de la obra."

No sé decir mucho más. Traidor, cobarde, mentiroso... son insultos que ya le dedican con mejor estilo periodistas de cualquier pelaje a nuestro presidente. Para los jóvenes no queda nada. Ideas, compromiso, esperanza, futuro son palabras huecas, cuencos llenos de nada, recuerdos de algo que nunca vivimos ni tocamos, tal vez en alguna línea salvable de un libro mediocre o en los acordes de algún cantautor famoso... poco más. Nunca volveremos a ser jóvenes porque nos lo han robado todo: el FMI, la UE, la Socialdemocracia, la Derecha, los Bancos... Ese es su gran delito y nuestra gran culpa.

A Callarse! les gritaba Neruda desde la más precisa de sus armas. A callarse les digo yo ahora, en un último intento por no envejecer, morir, antes de que finalice la obra.