martes, 24 de enero de 2012

AHORA

JOAQUÍN SABINA. AHORA QUE

Sí, ahora es el momento y tú lo sabes.

Ahora que tus hijos pasan frío en sus pupitres o cierran las aulas cuando se acaba la luz del sol, mientras unas calles más allá, apenas unos metros, las corbatas y los guantes blancos cenan a 60 euros la gamba y el cava, que el caviar va de parte de la casa. Ahora, sí, ahora que te levantas más temprano que nunca para no ser el último de la cola, que te dé tiempo a fichar, a dejar algunos currículos en empresas al borde de la quiebra, a vender tu alma al hombre del banco (perdón, del “saco”) para que no deje a la intemperie una mujer enferma, dos niños rebeldes, una foto de bodas y un hombre en paro, que ellos ya no pueden hacer nada por ti, quién te mandaba tener hijos y comprar una casa, angelito mío.

Pero tú sabes que es ahora; ahora que te suben la contribución y el agua y las basuras, justo ahora, que te desahuciaron, qué mala suerte, pobrecito mío, que ibas tú a saber que encima también iban a subir el billete de autobús, ahora justo que malvendiste el coche para pagarle las gambas al tío del banco (perdón, del “saco”). Pero cómo explicarlo, tú que fuiste tan pulcro y respetuoso con las ordenanzas, recogiendo caquitas del chucho de la más pequeña, sí, lo sabías, al final te ibas a encargar tú, pero no imaginabas que también te iba a tocar poner las bolsas, por Dios, qué incivismo, dejar la mierda por ahí con lo limpia que está la ciudad ahora, con brigadas rápidas, que parece que vayamos a entrar en guerra con ese nombre, pero tú lo has leído en el periódico, ese mismo en el que leíste que iban a terminar con el desempleo y sin embargo cada vez la cola es más larga, a veces, piensas, a veces parece que todo sea mentira, si no fuera porque soy un hombre respetuoso y cabal, diría que hay unos cuantos hijos de puta que se están riendo de mí.

Pero es ahora, sí, ahora que sabes que hay trajes y bolsos que se pagan con favores, que ver perder a Fernando Alonso año tras año significa centros de salud cerrados, menos quirófanos, ambulancias que tardan más, bueno, y de los medicamentos qué, si hasta las Farmacias se han puesto en huelga, que aquí parece que no paga nadie, bueno tú sí, tú has estado pagando religiosamente, como un bendito hasta el último céntimo, para que pintaran en las calles un carril bici miserable, o para que transformen el parque en una especie de cárcel orwelliana o para que vendan el palmeral al mejor postor, porque esa es otra, tú celebraste los patrimonios, cuidaste el entorno, te entristeciste por culpa del Picudo y resulta que ahora hay huertos que no se pueden proteger, que van a cerrar la Estación Phoenix, que la deuda es tan grande que igual nos toca vender palmeras para los próximos eventos que organice Orange Market.

Pero a pesar de todo, es ahora, sí, ahora que los yernísimos además de altos y rubios también son ladrones, y los reyes ya no protagonizan cuentos de princesas sino relatos de piratas, y todo el país es un convento medieval donde personajes siniestros ofician misas multitudinarias, y adolescentes pajilleros intercambian canciones horteras y pecados contra el sexto mandamiento a 80 céntimos el metro, y los maricones, qué decir de los maricones, tú que pensabas que eran personas como cualquier otra y resulta que eran el enemigo público número uno, casi como una banda de terroristas o esos grupos de personas que debaten en las plazas…

En fin, es ahora y lo sabes, ahora es el momento de despertar y salir a la calle, a reclamar vida y justicia y bienestar, a gritar bien alto, a pisar fuerte, ahora, es ahora, sí, ha llegado el momento, que lo sepa todo el mundo: políticos corruptos, empresarios sin escrúpulos, columnistas manipuladores e inversores genocidas, todos, incluido el hombre del banco (perdón, del “saco”).



Sí, ahora es el momento y tú lo sabes.

martes, 17 de enero de 2012

YA ESTÁ DICHO



Se murió Manuel Fraga Iribarne. Un hombre malo. Un represor, un Franquista, un culpable que nunca pidió perdón ni se arrepintió. Murió un hombre malo, punto. En los medios de comunicación hablan de luces (prácticamente todos) y sombras (casi ninguno). Hablan de luces, de Democracia, de Transición, de centro derecha, de altura intelectual. El hombre malo ya es un hombre bueno. Hablan de luces con la boca abierta, molares, premolares y caries bien a la vista: el hombre malo era honrado, el hombre malo quería a su familia, el hombre malo era cariñoso en la intimidad, el hombre malo era austero, el hombre malo era Padre de la Constitución. El hombre malo ya es un hombre bueno. Hablan de sombras con la boca pequeña, en sordina; eran otros tiempos, otras formas de hacer política, otro mundo, otro país, otras personas a las que había que educar y dirigir y castigar para ser otro mundo, otro país, otras personas. El hombre malo es un hombre bueno.

Todo lo que me gustaría escribir sobre Manuel Fraga Iribarne ya lo ha hecho Nacho Escolar en su columna de Público. Murió un hombre malo, punto.
Pedro, Francisco, Romual, José, Bienvenido, Enrique, Julián y tantos, tantos otros luchadores por la libertad y la Democracia, esa por la que murieron y que no podrá arrebatarles un asesino cualquiera; para ellos, por supuesto, hoy más que nunca, L'Estaca de Lluis Llach.

"Si estirem tots, ella caurà
i molt de temps no pot durar.
segur que tomba, tomba, tomba,
ben corcada deu ser ja
Si tu l'estires fort per aquí
i tu l'estires fort per allá
segur que tomba, tomba, tomba
i ens podrem alliberar."