lunes, 30 de noviembre de 2009

HAMBRE


SCARS ON BROADWAY. WORLD LONG GONE


"Maybe i don't know, how many people are starving in this world long gone" Sí, es verdad, no sé cuánta gente muere de hambre en el mundo. Me lo pregunto mientras escucho esta canción, me lo pregunté muchas veces antes y me lo seguiré preguntando tantas otras en el futuro. Ya sé que ahí están los datos, las cifras, los documentos que ONG's y la ONU sacan a la luz para que no cerremos los ojos, pero yo sigo sin saber cuánta gente muere de hambre.


Pienso ahora mismo en Aminattou Haidar, la activista saharaui en huelga de hambre desde el 14 de Noviembre, cada vez con menos piel y más huesos, desterrada en ese aeropuerto de Lanzarote desde donde España no quiere dejar de ser amigo de Marruecos a pesar de todo y éste no quiere dejar de ser un país genocida (a pesar de Haidar) y ambos no quieren que nosotros queramos que dejen a esta chica volver a su casa, que le devuelvan "su" pasaporte, que reconozcan al pueblo saharaui y que le den lo que les robaron tanto moro y tanto cristiano. Pienso en ella y me pregunto si entra en las listas de hambrientos del mundo, no sé, quizás cuando es por una razón política no los tienen en cuenta, nunca mejor dicho.


También me acuerdo de Bono, el menos socialista de los socialistas o el más socialista de los no socialistas, no el cantante. Me acuerdo de él y me hace mucha gracia que no le dejen comulgar. Claro que, en honor a la verdad, hay que decir que estuvo enorme en sus últimas declaraciones recordando como Pinochet comulgaba todo los días que le daba la gana y a él, que se conformaría con recibir el sacramento tan sólo los Domingos, se lo prohíben por asesino. Es cierto que podía haber hecho esa reflexión antes, ya que la lista de dictadores, asesinos, pederastas etc. que han comulgado al amparo de las sotanas es infinita, pero este hombre es así, parece que a tonto y beato no le gana nadie. El caso es, que más allá de ridículas rencillas entre creyentes, me puse a calcular la cantidad de obleas que quedarían en stock si esta infame iglesia católica llevara a cabo su última amenza de excomunión y, según mis cuentas, sólo en España el hambre se podría reducir casi en su totalidad. El caso es que pienso en Bono y en su lucha anticlerical y por un mundo sin hambre, y las lágrimas ruedan por mis mejillas como melones.

En fín, frivolidades aparte, no hay razón alguna que pueda justificar tanta hambre en el mundo. Ningún pecado es merecedor de un estomago hinchado, de una boca seca, de una piel que ya es sólo hueso podrido, cádaver a la espera de la orgía de los buitres. Un mundo que no asegura un mendrugo de pan a cualquiera, es un mundo que ha perdido toda diginidad, todo principio. Estoy con Haidar, no con Bono, mucho menos con los inquisidores esos del Siglo XXI, pero quiero saber cuántas personas se mueren de hambre en este mundo; quiero conocer mi parte de culpa y la cara de sus asesinos, quiero saber que se puede hacer algo, que se hará justicia, que no nos quedaremos inmóviles al borde del camino, que el esfuerzo, al final, habrá valido la pena.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

CORBATAS Y MARTILLOS


BARRICADA. PROBLEMAS

Han sucedido algunas cosas graciosas estos días; la caída de Jennifer López en los premios AMA'S (desternillante su reacción como si no hubiera pasado nada), la pelea de cabestros de la misma tribu a la puerta de un hotel (cabestro= idiota de ultraderecha) o la mejor, ese tipo al que llaman por error desde el programa de radio de Isabel Gemio confundiéndolo con un experto en audiencias, que recomienda con todo el morro (el chico no aclaró el entuerto) que a la televisión lo que le hace falta es hablar de vinos, igual que los médicos aconsejan tomar una copita todos los días. Yo, no sé por qué, pero he pensado en corbatas y martillos.

No sé el resto, pero yo sólo tengo una corbata (azul claro, bastante usada, unicamente para bodas, bautizos y banquetes) y la otra mañana me la encontré semioculta en un cajón. Caía en esos momentos la latina con el culo más seguro del mundo mientras actuaba en una gala y unas horas después, tres tipos barrigudos y con corbata mentaban la madre del presidente de gobierno. En mi mesa de trabajo escuchaba (sin Sistema Integrado de Intercepción Legal de Telecomunicaciones, SITEL, vamos) la conversación entre uno de mis jefes y un par de clientes, todos trajeados y simpatiquísimos, riendo a mandíbula batiente y vociferando como si todo el mundo fuera sordo, incluso ellos. La proximidad de mi ubicación sólo me permitía verles el redondeado perfil y sus corbatas (roja, roja y violeta) y escucharles nítidamente insultar a Zapatero y su pésima gestión económica y a la clase obrera en general por no hacer nada ahora y en cambio antes, cuando vivían tan bien, no hacían más que manifestarse contra Aznar. Pensé, desde mi privilegiado escondite de espía del pueblo, que bien podía enredárseles en ese momento la distinguida corbata en la sucia lengua y entre ahogos y espamos caer rodando por las escaleras de la oficina hasta dar con su asqueroso culo en el suelo. Me queda la duda, eso sí, de saber si reaccionarían tan profesionalmente como la "López" cuando oyeran las carcajadas de sus ingratos asalariados por encima de sus calvas cabezas.

La otra noche, en busca de opiniones sesudas sobre actualidad, decidí marchar a la cama antes y enchufar la radio. Justo en ese momento, unos tertulianos comentaban (se mofaban, ridiculizaban incluso) la metida de pata de la "Gemio" y la jeta de ese hombre que siguió la impostura como si fuera un dirigente actual de la OMC. Para mí, esa voz anónima merecería un Goya honorífico (creo que o los regalan o los conceden sin criterio conocido) aparte de un despacho en la torre más alta con vistas a la Gran Vía. El espectáculo de Isabel Gemio y sus colaboradores tratando de entrevistar lo intrevistable y de sus "compañeros" de profesión sacando provecho de su error, nos da una imagen clara de como está el sector. Me queda la duda, eso sí, de si ese magnífico actor llevaría corbata el primer día de trabajo en su nuevo despacho con vistas a la Gran Vía.

Y en fin, como no todo iba a ser corbatas, leyendo "Las Malas Lenguas" me enteré que este fin de semana un grupo de unos treinta cabestros fueron detenidos por pelearse entre ellos y obviamente, pensé en martillos. En mi casa, no sé el resto, sólo hay un martillo bastante viejo ya, pequeño, de mango rojo, descolorido, quién pudiera decir que este utensilio que tengo entre mis manos fuera a principios del siglo pasado escogido como el símbolo de los obreros, contrapunto metafórico de la hoz y los campesinos en el denostado logo del Partido Comunista. El caso es que este fin de semana pasado, con motivo de los 34 años del fallecimiento del dictador, en un hotel de Madrid una asociación de ultraderecha convocó unas jornadas de reflexión y debate (???) y allá que se presentó una segunda para acabar a tortazos con tal de demostrar quién era más fascista de las dos. Ignoro si alguno de los anormales allí presentes llevaba corbata, pero yo imaginé una legión de martillos (como en la maravillosa película de Alan Parker, "The Wall") entrando por la puerta de ese hotel arramblando con todo, como esas fieras asustadas que escapan del zoo, mientras el bromista de la Gemio repartía vino desde su atalaya de la Gran Vía y mi jefe seguía tirado en el suelo atragantándose con su corbata.

En fin, que esta tarde, mientras con mi martillo rojo descolorido machacaba mi vieja corbata azul claro, he puesto el equipo de música (mi adorado "Platanisso", 40€ en Carrefour) y sonaba esta canción de Barricada gritando a todo trapo:

"Problemas, problemas, problemas...

¿Quién duerme? ¿Quién reza? Si el miedo entra en tu cuerpo, será porque te dejas"

lunes, 23 de noviembre de 2009

VINAGRE 211




JOAQUÍN SABINA. TIRAMISÚ DE LIMÓN


Pues sí, Vinagre 211 es el nombre de un cocktail maravilloso que mezcla de manera generosa ingenio, inteligencia, arte y conciencia. Es la denominación de un combinado perfecto (lo sé, la perfección no existe porque no existe Dios, aunque todos la busquemos, aunque todos querramos matar a Dios y sólo Nietszche, después de Hegel, creyera haberlo conseguido, "Gott is tot" exclamó) de realidad y emociones, de vida en estado puro (de qué nos serviría si así no fuera). Es, para simplificar, la coincidencia féliz en el tiempo de una película y un disco de música.


Comencé la semana anterior por el fin de semana, sentado en una butaca incomodísima de una de esas multisalas claustrofóbicas del centro comercial de mi ciudad, dispuesto a ver una buena película por fin y dejándome llevar por el ambiente, es decir, por el olor de palomitas plastificadas, las bromas parvularias entre homínidos de filas distantes y el ruido de su gimnasia maxilar amplificada en la impunidad de la oscuridad. "Celda 211" es el nombre de esa obra maestra, "Malamadre" su inolvidable personaje central y Luís Tosar y Daniel Monzón los artífices de tamaña escultura fílmica. Como ni quiero ser ni soy, crítico de cine, sólo puedo hablar de las cosas que realmente importan, como que pasé varias noches reviviendo la película una y otra vez mientras trataba de dormir o del inolvidable silencio (todavía retumba en mis tímpanos) que se adueñó de la sala desde el minuto 1 hasta el final; pero sobre todo, de las múltiples películas que conviven sin estorbarse dentro de la misma hora y media de metraje; distintas lecturas que me han desordenado las vísceras y de las que una sobre todo me persigue estos días: como en una situación de máximo riesgo, la línea entre el bien y el mal no la define el lado de la reja que cada uno ocupa, sino el grado de honestidad que cada cual tiene para con sus principios.

Tan solo dos días después, el mejor letrista de nuestros tiempos, Joaquín Sabina, sacaba a la venta su nuevo disco "Vinagre y Rosas". Como con los gustos pasa lo mismo que con las fantasías, que son personales, intransferibles y muchas veces inconfesables, no escribiré que probablemente sea el mejor disco del año. Tal vez y a mí me basta, valga decir que en una sola frase este Artista (nótese la mayúscula) haya mandado al fondo del armario todas las canciones que, por desgracia, últimamente insultaban mis oídos: "Desde que se fue Violeta Parra enlutando la poesía, se ensañan con los poetas las faltas de ortografía". Amor, crisis económica, crisis de valores, política, poesía, melancolía, amistad... interminable la lista de conceptos que el maestro Sabina nos acerca con su voz, que es la nuestra, en esta impresionante obra de arte.

En fin, como el mundo sigue desnortado, feo y bastante más loco a cada minuto que pasa, esta semana me he pasado las noches deseando ser un asesino múltiple con nombre de bucanero resentido, tarareando una y otra vez la misma melodía:

" ¿Dónde crees que vas? ¿Quién te parece que soy?

Si miras atrás, luego no estoy"

jueves, 19 de noviembre de 2009

ALGO PERSONAL


JOAN MANUEL SERRAT. ALGO PERSONAL

No los soporto la verdad. Cada vez que los veo en la televisión, en los periódicos o en las calles de mi ciudad, un fuego amargo me recorre las entrañas y me entran unas ganas terribles de vomitar. Es que no tienen perdón estos "cojudos" (como diría mi admirado Bryce Echenique), estos sinvergüenzas, estos profesionales de la mentira. Señor Camps, ¿cómo se le ocurre asegurar en las Cortes Valencianas que al representante de los socialistas le gustaría verle tirado en una cuneta al amanecer? ¿Es que usted no sabe que los padres de los fundadores de su partido fueron verdaderos campeones en esa lid? ¿Es que su señoría no sabe que el señor Ángel Luna representa a unos cuantos cientos de miles de valencianos a los que su merced los ha tildado de asesinos en potencia? No tienes perdón.

No los soporto, no, no y no. Sus manifestaciones anti-abortistas, anti-matrimonios gays, anti-educación para la ciudadanía, anti...anti... Tengo en la retina a ese Alí Babá calvo y rociero, chisgarabís y arribista, paseando por el circuito valenciano de la todofascista fórmula 1 subido en un supermegaguay ferrari, con la oronda alcaldesa (Rita, ¿el Papa sabe lo tuyo?) a un costado y detrás a ese mono de feria (títere con cabezón), campeón tiempo ha de ese circo automediático, con la sonrisa Profident pegada a la cara con Superglú y saludando con sus manazas tan finas, que jamás en mi vida he tenido tantas ganas de exiliarme de autonomía, de país, de planeta.

¿Qué he hecho yo para merecer tanta porquería? Ahora las órdenes son otras, la estrategia militar de los cuerpos especiales del partido (FAES en sus siglas en español) ha mudado de piel como las serpientes: el rescate del Alakrana, las escuchas ilegales, Diego López Garrido y sus subvenciones... ¿Cómo es posible tanta mezquindad? ¡ Y yo que después de escuchar a Mariano Rajoy hace unos meses afirmar que los parados lo único que quieren es trabajar (tanto dinero gastado en colegios privados para eso), para justificar las tesis laboral-reformistas de la patronal (entiéndase reforma como despido libre, deslocalización, etc.), pensé que no se podía caer más bajo! Dar a entender que aprovecharse de las necesidades de unos para beneficio de otros queda a la altura del betún tras la nueva consigna: "Que el dolor de la gente sirva de velo para nuestros millonarios trapicheos" Con el amigo americano en cuarentena buscan compinches hasta en la basura y así nos llenan de mierda al resto, que asistimos impotentes a este desfile de granujas por los platós de la alta política, con los puños apretados y la vida en números rojos, dudando entre morirnos de miedo o de risa, entre echarnos al monte o a la frontera, entre taparnos la nariz o esnifar la mugre que nos rodea.

Lo dijo Serrat: " Hombres de paja que usan la colonia y el honor para ocultar oscuras intenciones: tienen doble vida, son sicarios del mal. Entre esos tipos y yo hay algo personal".

Y mañana 20-N, a celebrar que el mayor hijo de puta lleva muerto 34 años ya...

martes, 17 de noviembre de 2009

SKY IS OVER



SERJ TANKIAN. SKY IS OVER


En el famoso cómic de Goscinny y Uderzo, Asterix y Obelix, se habla del único temor que tenía ese invencible e irreductile pueblo galo, que no era otro que "el cielo se les cayera encima". Y como metáfora no está nada mal la verdad, ya que uno que sabe que esto es imposible (a no ser que vivas en Bagdad o Nueva York) a veces desearía que tal catástrofe ocurriera de tanto en tanto, sobre todo cuando uno piensa que el mismo cielo que cubre ciertas cabezas es el mismo que techa la mía. Y más, cuando uno cae en la cuenta que entre talibanes del crucifijo y apóstatas de la paz, apenas dejan un trocito que guardar bajo cremallera para cuando esta vida se hace insufrible y sólo queda mirar hacia arriba, liberar la imaginación, cerrar los ojos y respirar. Hay tantas cosas horribles, que cualquier acto que no sea preparar una huida parece una pérdida de tiempo, una visita guiada al matadero, un síndrome de Estocolmo aprendido de generación en generación. Y es que hay señales preocupantes de recuperación económica, de salida del pozo de la crisis, de luz al final del túnel capitalista: Alemania y Sarkozy dan sus primeras escaladas en el Himalaya gráfico del FMI, China deshoja el libro olvidado de Mao en pos del crecimiento infinito y los EEUU vuelven a crear trabajo y consumidores a raudales para sus cómidas rápidas y sus MTV AWARDS. Panorama alentador anuncian a bombo y platillo los Dioses del Olimpo occidental para luego recomendar cautela, no sea que a la gente le dé por celebrar y ser feliz, y quiera volver a derribar el muro y haya que repartir otra vez el aire, el oro, la primera línea de playa con vuelo directo a Suiza.

A mí me preocupa la recuperación económica precisamente por eso, porque es sólo económica. Y es que para mí la crisis no es sólo una mera cuestión de gula financiera. Cuando escucho las cifras del paro o veo en las calles esas colas de desempleados dibujando serpientes sobre las aceras se me cae el alma al suelo. El maestro Saramago, escribió hace unos días en su cuaderno "Decir no al paro es frenar el genocidio lento pero implacable al que el sistema condena a millones de personas" y no puedo estar más de acuerdo, por eso quizá debamos apostar por cambiar dicho sistema, barrer las cenizas de este incendio y arrancar de cuajo la bandera blanca de nuestra rendición. Debemos aprender a negociar la verdad sin miedo, a no admitir lo inadmisible, a no tolerar la miseria. Tal vez sólo sea un presentimiento, un pálpito absurdo, pero tengo la sensación de que estamos ante una oportunidad única de cambiar la historia, de empezar de nuevo, de llegar incluso a tocar la raya huidiza del horizonte. Como no quiero creer que todo esto no vaya a servir para nada, me niego a aceptar que cuando calle la tormenta volverán los mismos a sus viejas poltronas, las fotos de siempre a los diarios de siempre y las sesgadas noticias a sus sesgados informativos; me niego a pensar que todo pueda ser en balde, que los cavenícolas no regresen a sus cuevas o que las estatuas no caigan del pedestal. Al fin y al cabo, como Asterix y Obelix queremos resistir y debemos resisitir, aunque nos cueste entender este mundo y sus contradicciones, aunque nos cueste aceptar que a veces el cielo se cae siempre encima de los mismos.

"Even though we can´t afford

the sky is over"

jueves, 12 de noviembre de 2009

ESPERANZA PARA LOS DESESPERADOS


BRETT DENNEN. MAKE YOU CRAZY

Me he acordado hoy de la fábula del traje del emperador, aquella en la que dos embaucadores engañan a su majestad haciéndole creer que lleva un traje tan maravilloso, que sólo los tontos son incapaces de verlo. El resto, ya conocido, es que el emperador desfila en realidad desnudo sin que nadie se atreva a decirle la verdad por miedo a parecer estúpido, hasta que un niño (la inocencia, la valentía) grita a su paso que éste camina totalmente en cueros. Hoy, la conferencia episcopal se ha salido del tiesto por medio de su portavoz Juan Antonio Martínez Camino (alguien debería estudiar la relación de este vocablo con el fascismo) y ha amenazado con la excomunión a todos aquellos que favorezcan o realicen la interrupción voluntaria del embarazo (abortar, vamos) e incluso ha llegado a presionar (extorsionar) a los políticos conservadores con su futurible voto. En este cuento, este señor hace el papel de embaucador del emperador que, presumiblemente interpretarán toda esa caterva de personalidades públicas conservadoras tan estúpidas y cobardes, que no osarán decirle cuatro verdades a ese sinvergüenza para no perder sus favores. En cuanto al pueblo (el seguidista e hipócrita, ese de las manifestaciones de la vergüenza) está cristalino que no dirá esta boca es mía, pero al niño lo acabo de encontrar a través de una canción.
Brett Dennen, cantautor norteamericano pacifista y libérrimo (cómo me gusta esa palabra) ha sacado un disco llamado "Hope for the Hopeless" (muy recomendable), en cuyo primer single "Make you crazy" y su videoclip correspondiente, le da una vuelta completa a la fábula de marras; en él, una chica entra en una zapatería y empieza a probarse distintos calzados, pero todos le parecen demasiado caros o feos. El dependiente, solícito y servicial, acude al encargado en busca de ayuda y éste le recomienda del almacén una caja que está vacía. La chica al abrirla, sonríe, se prueba el invisible par, se mira en el espejo y sale de la tienda con los zapatos más bonitos que jamás pudiera comprar, los de su libre y maravillosa imaginación. En el cuento de Andersen, el emperador a pesar de darse cuenta que va desnudo ( es decir, que el pueblo tiene razón) continúa con el desfile más altivo y prepotente que nunca. En la canción, cuando la chica sale a la calle con sus preciosos zapatos invisibles, la gente que la observa se queda tan maravillada, que decide acudir en masa a la tienda para descubrir que les queda esperanza aunque les falte dinero y que no hace falta más que la imaginación y la libertad para tener exactamente lo que quieren. Sencillamente genial.
No me resisto a transcribir parte de la letra de esta canción:
"You know it’s hard to be yourself,free yourself, to see yourself
When all around you there are lies just to get you,
Spies just to get you, to buy so they can get you
There are cameras in the sky, lasers in our living rooms
There are wolves watching wearing sheep’s costumes
It’s enough to make you go crazy (Woah)
It's enough to make you mad
It’s enough to make you go crazy (Woah)
And I’m amazed I haven’t yet"
Y los perros de la iglesia que le sigan ladrando a la luna...

lunes, 9 de noviembre de 2009

A PESAR DE GERVASIO


CELTAS CORTOS. EN ESTOS DÍAS INCIERTOS


Hoy me he levantado desilusionado, triste, de bajón como se dice comúnmente. Y todo esto a pesar de Gervasio Sánchez. Una buena amiga me envió un mail hace un par de días en el cual se transcibía el discurso que, este gran periodista y fotógrafo, pronunció tras recibir en 2008 el premio "Ortega y Gasset" que otorga "El País" a la mejor fotografía. La instantánea en cuestión, retrata en blanco y negro a la mozambiqueña Sofia Elface Fumo acostada de espaldas en el suelo, con la falda larga ligeramente levantada a causa de la postura, dejando al aire unas prótesis oscuras levemente desencajadas a la altura de las rodillas. A su izquierda, apoyada sobre el cuerpo duerme, boca arriba, su hija pequeña Alia en una magnífica metáfora de la belleza de la vida, su crueldad y su barbarie y también su lucha y su dignidad. Esta imagen, parte de un libro llamado "Vidas Minadas", es el rayo que Gervasio lanza para despertar nuestras conciencias, mensaje gráfico que quemará en nuestros ojos para que no volvamos a cerrarlos ante tanta atrocidad. En su discurso, Gervasio Sánchez, más allá de agradecimientos y parabienes oficiales, delante de algunos de los más importantes dirigentes de este país, conminó a nuestros políticos a terminar con la venta de armas a otros países en guerra, y criticó a este gobierno (el "antibelicista" equipo de ZP) por haber multiplicado por dos dicha venta en su legislatura. Casualidad feliz, este sábado el diario Público dedicaba un reportaje de dos páginas al periodista, por estar próximo a recibir el "Premio Nacional de Fotografía" por dicha imagen de nuevo, y aproveché para saber un poco más de él. No reproduciré aquí algunas de sus afirmaciones, sólo diré que tras leer su biografía y sus declaraciones, vuelvo a creer otra vez en el ser humano y en la denuncia y el compromiso como herramientas al alcance de todos para acabar con tanta injusticia y crueldad. Como cantaban Celtas Cortos "En estos días inciertos en que vivir es un arte, quisiera poder cantar, en libertad expresarme".

Pero como decía al principio, hoy me levanté desilusionado y triste, a pesar de Gervasio ( o quizás a causa de él). El caso es que ayer, tras ver un documental sobre la vida de Salvador Allende, mi ánimo cayó a sus niveles más bajos. ¿Por qué lo mataron? ¿Por qué acabaron con la ilusión y los sueños de un pueblo la CIA y los militares? ¿En qué coño se parece esta izquierda desorientada a aquella firme y luchadora, capaz de guiar a la gente en pos de una quimera, de su quimera, de nuestra quimera? Inevitablemente mi mente viajó al XVIII congreso del PCE que se celebraba este fin de semana, a la despedida de Francisco Frutos (ese señor áspero, adusto, permanentemente cabreado y con cierto regusto atávico) como secretario general y a la llegada de su sucesor, José Luis Centella, una persona de apariencia insulsa y de discurso manido, y a la eterna pregunta de dónde está la juventud de izquierdas. Tengo en la retina la imagen de estos dos hombres con el puño en alto cantando la Internacional, y sus refundaciones de IU y sus vacuas críticas al capitalismo y me pregunto en qué momento se perdió la batalla por el ideal, a quiénes representan estos tipos, dónde está el Salvador Allende del siglo XXI. Para colmo de males, y como el alma humana tiende a ser un poquito masoquista, mi mente siguió navegando por la actualidad, y recaló en la última noticia desalentadora del fin de semana: Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, secretarios generales de CCOO y UGT respectivamente, se mostraban dispuestos a retomar el diálogo social y a discutir ciertos aspectos de la reforma laboral (hace unos meses parecían más combativos) con la consiguiente alegría y felicitación del gobierno y el miedo se apoderó de mí: ¿hasta dónde volverán a bajarse los pantalones ante la patronal? ¿cuánto volverán a decepcionarnos, a nosotros sus afiliados, sus trabajadores? El caso es que mi desesperanza comenzó a crecer tanto y de tal manera, que decidí que si esto seguía así, yo mismo redactaría una carta de disculpa a Don Gervasio Sánchez y a todas esa madres y níños de vida minada que a través de las fotos, siguen dándonos clases magistrales de dignidad y de lucha, de conciencia y de vida.

Y a todo esto, el atunero español secuestrado, encallado en Somalia, los familiares desesperados y esos piratas hijos de puta jugando a negociar... En fin...

foto ganadora de Gervasio Sánchez

jueves, 5 de noviembre de 2009

DERECHO A SER FELICES (II)


THE RAMONES. I BELIEVE IN MIRACLES

El suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes en este país. En el año 2007, 3263 chicos y chicas se suicidaron y se calcula que por cada uno de ellos, suele haber 20 ó 30 intentos no consumados.
Yo conocí a una chica que tenía marcas en sus muñecas. Teníamos 19 años cuando me contó que lo había intentado varias veces desde hacía algún tiempo. Las causas, su insoportable familia: una hermana mayor que le hacía la vida imposible, una madre ligeramente desequilibrada, un padre absolutamente ausente. Siempre supe que quería vivir, de hecho su confesión me cogió totalmente desprevenido debido a su carácter fuera de toda duda alegre, optimista, vital. Siempre supe que no quería morir y así me lo confirmó ella (tras darme toda una clase magistral sobre como cortarse las venas) reconociendo que jamás pudo hundir un poquito más la cuchilla, que tenía miedo, que aún le quedaban cosas por hacer a pesar de todo.
La vida y sus acontecimientos estresantes, una enfermedad grave, el aislamiento social y las perturbaciones mentales, parecen ser las principales causas que esgrimen los expertos para explicar tan peligrosa cantidad de suicidio juvenil. Y yo me acordé de ella.
Mi amiga disfrutaba (como yo, como muchos) de una vida normal: estudiaba en la universidad, se enamoraba y desenamoraba cada fin de semana de un chico distinto, le gustaba la música, quería ahorrar para el carné de conducir y quería viajar por el mundo. Cuando una tarde charlando en una cafetería yo no resistí más y pregunté por esas sospechosas cicatrices, mi amiga confesó que no era feliz, que a veces renunciaba a ese derecho. Reconozco que en aquel momento mis argumentos en pro de la vida, de su vida, fueron bastante tópicos (siempre hay gente peor, sé consciente de tu suerte, fíjate en esos pobres niños hambrientos de África) y en un acto de soberbia (en lo que yo creí un acto de anti-frivolidad) menosprecié sus tristezas y le largué un broncazo que me dejó muy contento y a ella un motivo más que sumar a sus desgracias.
Cuando pienso ahora en los problemas que me inquietan (mi hipoteca, mi trabajo, mis dolores de estómago) y en los que me cabrean (Aguirre y Rajoy peleando por Caja Madrid, los pingües beneficios de Ford a pesar de la crisis, el atunero secuestrado por piratas que en nada se asemejan a los de las novelas o el cine) recuerdo a mi amiga y me siento miserable. Que el mundo es y será una porquería ya lo decía el tango, y ahora me doy cuenta que la mayoría de los mortales que lo sufrimos somos víctimas y no verdugos. El derecho a ser feliz, como todos los demás derechos, se conquista, se pelea, se educa, pero jamás se menosprecia.
Mi amiga, creo, no volvió a intentar quitarse la vida. Ahora es profesora en una escuela pública, está casada y probablemente sea feliz. Ella, atea convencida, creía en los milagros, probablemente por eso, porque sin Dios que valga, sólo nosotros podemos ser capaces de obrarlos. Y es por eso, por las lecciones de humildad que a veces nos regalan tantas personas que merecerían mucho más, y porque sé lo que cuesta la alegría y porque sé que quiero ser feliz aquí y ahora y a pesar de ellos, creo en los milagros, en un mundo mejor para ti y para mí.
"I believe in miracles
I believe in a better world for me and you"

lunes, 2 de noviembre de 2009

DERECHO A SER FELICES (I)


EXTREMODURO. AMA Y ENSANCHA EL ALMA

"Esta alegría que ahora siento
yo sólo sé lo que me cuesta"
JOSÉ HIERRO
Todos, absolutamente todos sin excepción, tenemos derecho a ser felices, a estar alegres, a ser alegres: los niños soldado de Sierra leona, de Uganda, del Congo; las mujeres maltratadas, las violadas, las asesinadas, las discriminadas; el "homeless" neoyorkino o el "clochard" parisino o el vagabundo de Maisonave; los extranjeros de cualquier nacionalidad, de cualquier color, de cualquier profesión; los mayores abandonados, las camareras explotadas, los escritores fracasados; las víctimas del terrorismo, las de la religión, las de las dictaduras; los parados, los asalariados y los autónomos, los enfermos y los locos, los amantes despechados o rechazados, hasta los hinchas del "Atleti", todos, sin excepción, tenemos derecho a ser felices.
Porque sé lo que cuesta la alegría, y porque sé que este es el mundo que gira y gira conmigo, y porque sé quien soy y quien eres tú y quienes son ellos, y por eso mismo, a pesar de mí y de ti y sobre todo de ellos, no me callaré, no renunciaré a defender mi derecho a ser feliz aquí y ahora, en este momento, en este lugar.
Roberto Iniesta lo dijo mejor: "Quisiera que mi voz fuera tan fuerte, que a veces retumbaran las montañas. Y escuchárais las mentes social-adormecidas las palabras de amor de mi garganta."
Pues eso.