lunes, 28 de noviembre de 2011

EL ELEGIDO


ALICE COOPER. ELECTED

Después de tanto tiempo todo parece tener sentido. Han sido días duros, meses asfixiantes, noches sin dormir y horas que duraban una eternidad, pero nadie podrá negar que valió la pena. Otra cosa es ahora salir a la calle y mirar en derredor: acercarse al quiosco de la esquina y comprar el HOLA, tirar el vidrio al contenedor azul y el papel al verde, o al revés, o como sea, no importa, sentarse en una terraza a fumar y beber gin-tonics, darle una limosnilla a la rumana del semáforo, acudir a una "expo" de un pintor joven y transgresor, subir fotos artísticas al blog desde una cafetería con un portátil, experimentar sonidos con mi nuevo grupo de música independiente... Es innegable que el sol brilla allá en lo alto hoy más que nunca, que la lluvia cae de las nubes más esponjosas y blancas que se hayan imaginado jamás, que la gente se saluda de otra manera cuando se cruza por las calles de este país nuevo y luminoso, con confianza, con alegría, sosteniendo la mirada sin parpadear, que ya era hora de sentirnos orgullosos de lo que somos, coño...

Cierto es, estaba equivocado. Incluso llegué a recelar (lo confieso) de amigos y conocidos. Qué poco imaginaba yo esta felicidad que ahora me embarga, lo fácil que resulta desprenderse de las cosas oscuras que nos amargan y nos complican la vida, tener una actitud positiva, remar a favor y en la misma dirección, no mirar hacia atrás sino hacia adelante, olvidar lo malo, aferrarse a lo bueno.

Ahora sé que antes yo, era un tipo gris; una persona rencorosa que buscaba culpables por todos los rincones, desconfiado, fiscalizador, tal vez algo huraño, con el corazón encogido por el resentimiento y el rostro inhóspito, lleno de arrugas, viejo de tanto dudar. Me dejé llevar por el engañoso olor de los rotuladores en las pancartas, me vi arrastrado en la corriente de los gritos de gargantas poderosas, confundí la calle con una trinchera y la esperanza con consignas, no supe separar la poesía del panfleto, el sentimiento del dogma, la realidad del deseo (como dijo el poeta)... en fin, todo fue perturbación y caos hasta que EL ELEGIDO apareció ante nosotros, imponente, tranquilo, casi celestial, para abrirse paso por el proceloso escenario que le habíamos construido tanto loco inconsciente, tanto imbécil idealista, tanto idiota que otra vez íba a cambiar el mundo.

EL ELEGIDO apareció y todo volvió a ser como Dios manda, todo regresó a su sitio: los especuladores a especular, los corruptores a corromper, los policías a golpear, los curas a abusar, los patronos a explotar y el pueblo al sofá. Y soy feliz, lo sé, ahora soy feliz, aquí, en mi casa, delante del ordenador mientras bebo una cerveza y abro el periódico: el elegido ya llegó, ya esta aquí, y el sol brilla más, allá en lo alto, y la gente se siente orgullosa de pasear por las calles, coño... porque ÉL lo sabe, sí, EL ELEGIDO sabrá que hacer, no tengas ninguna duda...


"I never lied to you, i've always been cool

I wanna be elected

I gotta get the vote, and i told you 'bout school

I wanna be elected, elected, elected"