sábado, 30 de junio de 2012

EL DIABLO ESTÁ EN LOS DETALLES


THE ROLLING STONES.SYMPATHY FOR THE DEVIL

Lo dijo una periodista cuando anunciaba que la UE dedicaría 130.000 millones de euros a políticas de crecimiento: “como ya sabemos, el diablo está en los detalles”. No podía haber utilizado una frase mejor.

El diablo estaba en los detalles cuando hace 4 años, mi abuela, de 87 años de edad, cambió su plazo fijo por una cosa llamada participaciones preferentes, de una rentabilidad más alta y una seguridad a prueba de bomba. Se olvidaron decirle que firmaba un contrato con fecha de vencimiento 2099, que le estaban vendiendo un producto tóxico que dependía de los vaivenes de una cosa llamada mercado secundario, que no podría disponer del dinero cuando lo necesitara y que el banco estaba a punto de quebrar. En pocas palabras, que todo su dinero ahora tiene un valor aproximado de 0 euros. La entidad que la estafó, la que robó todos sus ahorros, era la de toda la vida, en la que siempre había confiado: la CAM.

El diablo estaba en los detalles cuando hace 4 años, mi abuela, de 87 años de edad, cambió su plazo fijo por una cosa llamada participaciones preferentes, de una rentabilidad más alta y una seguridad a prueba de bomba. Se olvidaron decirle que firmaba un contrato con fecha de vencimiento 2099, que le estaban vendiendo un producto tóxico que dependía de los vaivenes de una cosa llamada mercado secundario, que no podría disponer del dinero cuando lo necesitara y que el banco estaba a punto de quebrar. En pocas palabras, que todo su dinero ahora tiene un valor aproximado de 0 euros. La entidad que la estafó, la que robó todos sus ahorros, era la de toda la vida, en la que siempre había confiado: la CAM.

Los datos arrojan la cifra de 70.000 afectados en la Comunidad Valenciana y 1 millón en todo el estado, porque no sólo fue la CAM la que comercializó estos productos tóxicos, con el beneplácito de la CNMV y la pasividad de los gobiernos del PSOE y el PP, también otras entidades como el BBVA, Catalunya Caixa, La Caixa, Nova Caixa Galicia, Banco Santander, Banca Cívica, Bankia… más de 30.000 millones de euros estafados en total. Pero no busquen en los periódicos las distintas penas de cárcel que les han caído a todos esos delincuentes, no encontrarán nada; en todo caso, y si tienen estómago, leerán las millonarias cantidades de dinero que entre todos les vamos a donar para que sus empresas no se vayan al garete.

Pero como el diablo está en los detalles, la comunidad de vecinos del edificio donde vive mi abuela, acordó hace unos meses una derrama para arreglar la fachada y mi abuela, sin dudarlo ni un instante se dirigió a su entidad de toda la vida, en la que confiaba, a retirar la parte de sus ahorros que necesitaba. El diablo está en los detalles, en el movimiento nervioso de las manos del director, en esa mirada en todas direcciones excepto a los ojos, en el titubeo de la voz: “su dinero no está, es un papel que vale nada. La CAM está hundida, la única esperanza es que venga alguien y nos salve de esta ruina”

Y el “Salvador”, se hizo esperar, pero apareció: era otro banco, el Banco Sabadell, que de comercializar productos tóxicos también sabía un rato. El 1 de Junio, el Sabadell compró la CAM por 1 euro, tras recibir 5.249 millones de euros de ayuda pública (el diablo está en los detalles) y se lanzó a deshacer entuertos y a ofrecer soluciones con una oferta irrechazable: “Señora, qué le parece si a sus 87 años de edad, le cambiamos sus participaciones preferentes por acciones del propio banco a un valor muy alto, tan alto que en el mercado ya valen la mitad, es decir, que si usted quiere vender perderá la mitad de sus ahorros?” La trampa está muy bien diseñada: ampliar capital para cumplir con los requisitos de solvencia que se exigen y a cambio, a todos los estafados, a esa legión de incautos e inocentes ciudadanos, se les vuelve a engañar repartiendo cada tres meses las migajas a razón del 1,5%, siempre que se acepten las condiciones, claro, aquí no se negocia nada, el poder se impone y lo tienen ellos. Un timo sobre otro timo, esa es la oferta salvadora del Banco Sabadell.

Y es que el diablo está en los detalles, no existe una frase mejor que explique lo que está pasando. El diablo está en los detalles y en ese poder financiero insaciable e inhumano, en las palabras de algunos políticos y en los silencios de todos los poderosos; está en la desidia y en la complacencia, en los complejos intereses económicos que nunca nos explican y en la desigual correlación de fuerzas sobre la que se asienta esta sociedad podrida.

Combatámoslo.

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