viernes, 18 de julio de 2014

EL DILEMA


EXTREMODURO. EL CAMINO DE LAS UTOPÍAS

A los estudiantes de primero de filosofía nada más empezar el curso les plantean un problema llamado el Dilema del tren: imaginemos un tren que circula por una vía en la que unos metros más adelante hay una bifurcación regulada por un cambio de agujas que dirigimos nosotros. En esa misma vía hay atadas a los raíles 5 personas que de seguir su curso el tren, no podrán evitar ser arrolladas. En la vía alternativa, sólo hay una persona atada a la vía. Qué haríamos? Activaríamos el cambio de agujas para que el tren arrollara sólo a esa persona, convirtiéndonos así en su asesino? Dejaríamos que siguiera su curso sabiendo que 5 personas serían brutalmente destrozadas?

En ciencias políticas plantean otro dilema llamado el Dilema del prisionero o Teoría de los juegos: imaginemos a dos personas que han sido detenidas tras un robo y están separadas en celdas distintas; la policía tiene sospechas pero no sabe a ciencia cierta quién ha sido el que lo ha cometido y trata de averiguarlo, por eso le propone un trato a ambos por separado: si uno confiesa y el otro no, le caerán 10 años al culpable y el otro será liberado; si uno calla, pero el otro le acusa, le caerán 10 años al primero y el segundo quedará libre; si ambos confiesan, les caerán 5 años a cada uno y si callan los dos, sólo un año de prisión a ambos. Qué haríamos? Callaríamos aún a riesgo de que el otro nos culpara y cumpliéramos 10 años en la cárcel? Inculparíamos al compañero para tratar de librarnos aunque nos pudieran caer 5 años? Callaríamos confiando en que nuestro cómplice hiciera lo mismo y así sufrir la menor pena para ambos?

Un último dilema. Enchufamos la radio y un locutor narra como una nación armada y poderosa masacra a la población del país vecino, pobre y marginado. Movemos el dial, y escuchamos en directo a una sexagenaria condesa acusar a un tipo con coleta, de etarra y totalitario. En un último intento, giramos la rueda para cambiar nuevamente de dial y una locutora muy parlanchina cuenta como por primera vez en democracia, un chico va a ingresar en la cárcel por haber participado en un piquete. Hastiados apagamos la radio y enchufamos la tablet: en las redes sociales nos convocan a una manifestación contra la nueva ley del aborto de Gallardón y dos días después, a una concentración para denunciar los recortes en Dependencia de la Generalitat. Cada vez más aburridos conectamos también la televisión mientras ojeamos sin demasiado interés el time line de nuestro twitter: un artículo sobre renta básica (no), un enlace a un nuevo abuso policial (uff, no), otro enlace donde muestran los paraísos fiscales en los que tributan las empresas del Ibex 35 (joder, qué rollo), un vídeo manipulado sobre el mordisco de Luis Suárez (sí, jaja, qué bueno!)... Al mismo tiempo, en la tele, las noticias de la Sexta hablan de nuevas conversaciones grabadas entre una alcaldesa y un constructor y en la Primera, sobre una trama de corrupción en Andalucía y otra en Madrid, una con los sindicatos y otra con los empresarios; por fin, tras recorrer varios canales por los que desfilan series repetidas y películas de hace 20 años, nos paramos en el reality de tele 5, que inmediatamente nos ha producido unas carcajadas irreprimibles. Y es justo en ese momento, cuando nos llama por el móvil uno de nuestros mejores amigos para contarnos lo mal que está el mundo y lo jodido que se ha puesto todo. Le animamos y le hablamos de las cosas buenas de la vida? Asentimos mientras seguimos viendo la tele reprimiendo las risas? Cortamos la comunicación con cualquier excusa sobre la cena? Olvidaremos a la mañana siguiente todo lo que sucede a nuestro alrededor?

Cambiaremos la dirección del tren? 
Acusaremos a nuestro cómplice? 
Es todo, al final, un problema de índole moral? Las infinitas soluciones a un dilema ético?

"Si me pierdo, dime adónde sale,
qué motivos son los principales:
que sólo el viento me sirve de guía
por los caminos de las utopías.

Sopla el viento sin parar
para que vuelva
para que vuelva
y en el viento viene y va
una respuesta
una respuesta"


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