sábado, 31 de diciembre de 2011

EL INICIO DEL INICIO


THE DOORS.THE END

Lo peor de las decisones adoptadas ayer en el consejo de ministros no es esto: congelación del sueldo mínimo interprofesional, aprobación de la "Ley Sinde", recorte de un 20% a las subvenciones a sindicatos, organizaciones empresariales y partidos políticos (ay, qué será de los pequeños!), desaparición de la ayuda a los jóvenes para alquiler, congelación salarial (otra) y ampliación de la jornada laboral a los funcionarios públicos, recortes en el presupuesto de todos los ministerios o el aplazamiento de la aplicación de la Ley de Dependencia para nuevos beneficiarios; no, lo peor no es que actualicen con un ridículo 1% las pensiones congeladas desde hace un año, que reduzcan las subvenciones al desarrollo o los préstamos a I+D+I en 600 millones de euros; no, lo peor no es que llamen "recargo temporal de solidaridad" al mayor recorte de derechos de la Democracia en este país, igual que llaman "Violencia en el entorno familiar" a la violencia machista que deja en este país casi 100 cadáveres al año (y que encima lo diga una mujer); pero, no, eso no es lo peor.

Lo peor de todo es ver a Soraya Sáenz De Santamaría -pelo rebelde, maquillaje excesivo, ínfulas de femme fatal- decir en rueda de prensa (flanqueda por un ex-director de Lehman Brothers, un ex-asesor de grandes empresas y una señora que pasaba por allí), que esto es sólo el inicio del inicio. El inicio del fin pienso yo; del fin de una forma de vida, el fin de una manera de entender la sociedad, el fin de las clases medias, el fin de la igualdad, el fin de la educación y la sanidad pública y universal y hasta el fin de la Democracia, tal como los de mi generación la hemos entendido siempre.

La cuestión es, que casualmente, mientras en el televisor el gobierno del PP de mi país recortaba algo más que mi futuro, de la habitación de al lado me llegaba la melodía de una canción de los "Doors", que yo había dejado sonando de fondo mientras me disponía a amargarme un poco la existencia viendo las noticias, y de repente se me ocurrió que hubiera estado muy bien que mientras Soraya Saénz De Santamaría -pelo rebelde, maquillaje excesivo, ínfulas de femme fatal- decía eso de "esto es sólo el inicio del inicio", un Jim Morrison post-moderno -cuero en los pantalones, pecho descubierto, aliento alcohólico- apareciera ante las cámaras, cogiera con fuerza a la portavoz del gobierno y ante millones de espectadores le susurrara al oído:


"This is the end, beautiful friend

This is the end, my only friend

The end of our elaborate plans

The end of everything that stands

The end"


Eso si hubiera sido una forma cojonuda de acabar el año.

viernes, 30 de diciembre de 2011

PENSAMIENTO CRÍTICO


RAGE AGAINST THE MACHINE.KNOW YOUR ENEMY

A Bárbara Ehrenreich un buen día le diagnosticaron cáncer de mama. Su primera reacción: tristeza, preocupación, dolor, unas ganas irreprimibles de llorar. "Si no tienes una actitud positiva, no te curarás del cáncer" le dijeron y esta bióloga, ensayista y activista social norteamericana escribió un libro "Sonríe o Muere" donde critica esta pseudo-filosofía del positivismo muy extendedida en EEUU y por supuesto, en el resto del mundo. "Si te despiden del trabajo y no encuentras otro" es por falta de positivismo, "Si no consigues éxito, dinero, riqueza, es por tu falta de pensamiento positivo", " Una crisis es una oportunidad" y cientos de sentencias parecidas en libros de autoayuda como "Quién se ha llevado mi queso" y más recientemente "El Secreto" son, para la autora norteamericana, verdaderos mecanismos de inhibición de la realidad, subterfugios para hacer que la gente se sienta culpable de su mala situación y hacerles creer que no todo está tan mal, amén de haberse convertido en un auténtico negocio para gurús neoliberales que hacen su agosto con ejecutivos ambiciosos (y bastante cortitos), o iglesias y predicadores al más puro estilo Tarantino, que se abalanzan como alimañas sobre esas personas que están a punto de perderlo todo.


En España también tuvimos nuestra ración de pensamiento positivo, primero cuando el ex-presidente Zapatero negó la crisis económica y después habló de brotes verdes, para acabar abrazando la fé neoliberal como la verdadera Arcadia, el Santo Grial que sin lugar a dudas nos sacará de este pozo en el que estamos metidos; pero también el nuevo gobierno apela a la gente, al pueblo, para que haga sacrifios y aguante estoicamente y sin rechistar, con positivismo, los nuevos recortes, las nuevas injusticias, para superar este duro trago que nos está tocando afrontar. Sólo algunos datos: 3,2 millones de parados más en los últimos tres años, 25% de niños en situación de pobreza, 3000 familias deshauciadas al día en los últimos meses... Lo dijo Alberto Garzón:"Si la gente supiera como funciona la economía, no habría indignados, sino revolucionarios"; ni pensamiento positivo, ni pensamiento negativo: pensamiento crítico es lo que nos hace falta para que no nos engañen, y conciencia y compromiso para que no disfracen la realidad y nos hagan creer que la culpa de este desmadre la tenemos todos y que no queda más remedio que sufrir y aguantar, sufrir y aguantar, sufrir y aguantar...


A Bárbara Ehrenreich, tras detectarle el cáncer de mama, le irritaba tanto el positivismo que todo el mundo a su alrededor le quería imponer, que sin ser un estilo musical que hasta ese momento le hubiera interesado, se aficcionó a escuchar en la radio del coche Rage Against The Machine porque le ayudaba a reflexionar, a liberar su rabia, a escapar de la monotonía, de la mentira de un sistema que sólo busca fabricar imbéciles que dejen de hacerse preguntas y por tanto, de arriesgar y de pensar.


"Mind of the revolutionary so clear the lane

the finger to the land of the chains

what, the land of the free?

whoever told you that is your enemy?"

jueves, 1 de diciembre de 2011

RESPIRAR


CARLOS CHAOUEN. MUNDO NUMÉRICO

"Cómo se mide cuánto ama un corazón? Cual es el agua que cae en un chaparrón? Quién tiene el aire que le falta a tu pulmón? Cómo unos ojos pueden dar tanto calor?" se pregunta Carlos Chaouen en "Mundo numérico", una de las mejores canciones de su último disco, para acabar suplicando "numérame los huesos hasta que sólo te quedes la voz".

Respirar. Así se llama su disco y eso es lo que necesito yo, respirar. Dicen que respiramos unas 13 veces por minuto, que son unas 260 en 20 minutos, que es lo que voy a tardar en escribir esta entrada. Respirar, una, trece y mil veces, antes de escupir lo que pasa por mi cabeza; respirar, una, dos cientas sesenta o veinte mil veces, después de leer las noticias y ver los problemas que ponen en este país para sacar a un dictador de un lugar que pertenece a todos, sobre todo a sus víctimas. Respirar, una, mil, cien mil veces, después de conocer el indulto a ese banquero delincuente del Santander, pero, como dice Pablo Gutiérrez en su blog " Cuando acuden a la sinceridad y lo hacen todo tan a las claras (yo te debo tanto, tú a mí cuánto) qué se puede decir sin gasolina".

Respirar un millón de veces, respirar y olvidar, apagar los telediarios, tapiar las ventanas, incendiar los restos de mundo que se hayan pegado a las ropas, perderse en el infinito de estas cuatro paredes y teclear en una pantalla un refugio, un paraíso, algo tan hermoso como esto:

" El mundo estaba perdido

en muchos pedazos idos.

Lo demás fueron afueras

de tantos mundos caídos.


Ya nunca, ya nadie vino.


Ya nadie pudo poner

iguales pedazos juntos,

tantos mundos en su sitio."

Infancia:elegía. José Ángel Valente


Respirar, respirar, respirar...