jueves, 29 de octubre de 2009

A DÓNDE VAMOS AHORA


GUNS N' ROSES. SWEET CHILD O' MINE

Hoy sólo quiero hablar de esta canción. Decir, por ejemplo, que su riff de guitarra ha resonado en mi cabeza miles de veces, que me emociono cada vez que la escucho, que es una de las mejores canciones de hard rock que se han compuesto jamás. Puedo contar que apenas tenía 11 años cuando la oí por primera vez, que quise tatuarme los brazos, dejarme crecer el pelo, vivir al margen de la ley. Empezaba entonces a soñar despierto como un idiota hermoso, a preguntarme ciertas cosas que escapaban a mi entendimiento, a rebelarme sin saber muy bien por qué y contra qué, a dudar de todo, a ser maravillosamente adolescente. Quizás su letra con un punto hortera o más bien cursi (como la mayoría de las mejores letras) o su contundencia musical, o a lo mejor mi estado de embriaguez juvenil, mi hambre de vida ("como todos los jóvenes, yo vine a llevarme el mundo por delante" dijo el poeta) o tal vez, sólo tal vez, una necesidad precoz de buscar explicaciones por cauces "distintos", el caso es que esa canción me dijo más de mí mismo, que cualquier otro hecho hasta ese momento.
Hoy, casi 22 años después, me sigue hablando de la misma manera. Desde entonces habré escuchado cientos y cientos de canciones más, algunas muy buenas, otras buenas y casi todas peores; desde entonces mi vida ha girado infinitas veces (me dejé el pelo largo, no viví al margen de la ley) e infinitas veces volvió a su punto de partida; una canción, es sólo una canción, lo sé, pero tanto tiempo después continuo preguntándome: "where do we go? where do we go now? where do we go?"
mi dulce niña, mi dulce amor....

lunes, 26 de octubre de 2009

HÉROES


DAVID BOWIE. HEROES


"Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida,
esos son imprescindibles."
BERTOLT BRECHT


Recordé estas palabras del genial dramaturgo alemán el otro día viendo el telediario, al hilo de dos noticias que dieron continuadas casi como si formaran un bloque aparte, una excepción. En la primera, Cándido Méndez, Secretario General de U.G.T., en uno de esos macrodesayunos que organiza alguna entidad o sociedad financiera para solaz de periodistas mercenarios y acaudalados mesías del mercado, replicaba a Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE. Este último reprochaba a los sindicatos su intransigencia en las negociaciones para la reforma laboral, esgrimiendo el apoyo que tanto el FMI, el banco central europeo y el español, entre otros oráculos, daban a sus tesis; el singular sindicalista, con esa cara de abuelo de Heidi y parroquiano de bar de la esquina, le contestó con una simpleza digna de un genio: "Si esos señores han sido los que nos han llevado a esta crisis mundial, por qué no puedo pensar que también se equivocan esta vez".
En la segunda noticia, se hacían eco del plante de los sindicatos ante la oferta que Magna (una empresa austríaca que quiere comprar Opel a General Motors) ofrecía a los trabajadores para no demantelar completamente la planta que la firma tiene en Zaragoza: nada de 3500 despidos o salimos a la calle.
Ninguna de ambas actuaciones parece revestida de la aureola de una gran hazaña y eso fue lo que poderosamente llamó mi atención. ¿Por qué me parecían entonces tan valientes, tan suicidas, tan heróicas? Estamos faltos de heróes, de héroes de la calle, del día a día, eso fue lo que pensé;nada de gigantes históricos con inquietantes cadáveres en el armario, sólo personas, heróes cotidianos capaces de rebelarse ante la injusticia de un destino escrito sin su concurso, sin su opinión, sin su voluntad. Traté de recordar casos similares en los últimos tiempos: Roberto Saviano y su libro contra la mafia, Anna Politkóvskaya, asesinada por airear los trapos sucios de Putin, o Neda, la mujer iraní tiroteada en una manifestación contra el clamoroso pucherazo electoral perpetrado en su país. Todo los demás eran heróes subjetivos o heróes encumbrados por la verdad oficial, pero ni uno sólo con el que poder cruzarme en la panadería o en la escuela de los niños. Si la gente tiene los gobernantes que se merece, como afirmaba Arturo Pérez Reverte, claro está que andamos necesitados de héroes, pero aún así me resigno a creer en panorama tan desolador. Como dijo Sthendal "amo la fuerza, y de la fuerza que amo, una hormiga puede mostrar tanta como un elefante" y en eso creo, en ser conscientes de nuestra fuerza y nuestra voluntad para tener algo que decir a los que escriben nuestro futuro. Por mi parte, si no puedo ser imprescindible a la manera de Bertolt Brecht, intentaré, a la manera de David Bowie, ser héroe por un día todos los días que pueda: "we can be heroes just for one day" y así por fin, tener los dirigentes que realmente merecemos.

martes, 20 de octubre de 2009

COBARDES


PACO IBAÑEZ. A GALOPAR

"Cobarde: Pusilánime, sin valor ni espíritu."


Hay un millón de cobardes, según la Comunidad Autónoma de Madrid. Se pasean por sus calles, rodean sus plazas y ensucian sus avenidas. Parece que se juntan porque no quieren que se asesine ninguna vida humana, que no se rompa ninguna familia, que no se trunque ningún futuro.
Hay doscientos cincuenta mil cobardes, según la policía. Enarbolan banderas, pancartas; ufanos y alegres, cantan, ríen, incluso bailan, como en Carnaval. Parece ser que no quieren que los jovenes de este país crezcan sin valores, sin espíritu, sin convicciones.
Hay dos millones de cobardes según los organizadores. Curas, políticos, amas de casa, secretarias, mecánicos, periodistas, incluso algún artista, cogen sus manos con fuerza y caminan unidos, con firmeza. Al parecer, quieren construir una sociedad mejor, más bondadosa, más justa.
Hay sesenta y cinco mil cobardes, según una empresa contratada por el gobierno. Sudan , se marean, beben agua, se llenan de niños, de orgullo, de gritos, de nobles causas. Parece que tienen escrito un manifiesto por la vida y lo van a leer, una loa a la esperanza, un canto a la bendita gloria de existir.
Una pregunta: ¿Dónde estabáis hace 8 años cuando promulgábais leyes y dominábais las votaciones? ¿Dónde os escondéis cuando vuestras hijas adolescentes se desangran en clinicas privadas o ilegales? ¿Dónde empieza la vida para un hijo de Dios, en qué zona del mundo, en que arrabal de una gran ciudad, en qué trinchera de cualquier guerra? ¿Por qué hacéis de vuestros niños, soldados de vuestra cruzada? ¿Por qué mancháis nuestra vida y nuestra libertad con vuestra hipocresía y desvergüenza? ¿En nombre de qué Dios queréis conquistar esta vez el poder?
Cobardes.
"A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar" cantaba Paco Ibañez sobre unos versos de Rafael Alberti. Seguiremos cabalgando.

jueves, 15 de octubre de 2009

OTRO LADRILLO EN EL MURO


PINK FLOYD. ANOTHER BRICK IN THE WALL

"All in all you're just another brick in the wall"


Viajo en el tren de cercanías que me devuelve del trabajo a casa. Un chico de unos veinte años, de raza negra, probablemente africano, sin apenas idea de español y sin billete de transporte válido en el bolsillo o la mano y un revisor, gordo, bigote y cabellera cana, cincuenta y pico, voz imponente, trata de explicarle que en este país no se puede subir a un tren sin ticket, que o paga una multa o se baja en la próxima estación. Dos guardias jurados, él, joven y bien afeitado, alto y corpulento, ella (la paridad funciona), rubia, media melena, complexión fuerte y mirada imperativa, sólo un minuto tardan en aparecer. El vagón está casi lleno, todos nos damos la vuelta o nos incorporamos un poco para poder ver mejor como se desarrollan los hechos; los secuaces de la seguridad privada están en silencio y rodeando al chico, los brazos cruzados y las piernas ligeramente abiertas; el elefántico revisor es el único que habla, cada vez más impaciente y más consciente de las barreras lingüísticas. El tren para, el chico negro debe bajar y lo hace acompañado de sus guardianes. El perro de su amo cierra la puerta y sigue con su trabajo por el vagón donde me encuentro. Enfrente mío, dos señoras vestidas de "Punto di Roma" o "Cortefiel", perfume deliberadamente excesivo, seguramente funcionarias, ríen y comentan la jugada con el revisor, se conocen, se ven todos los días, más cómodo el tren que el coche con la de tráfico que hay. Se les une un hombre sentado a mi izquierda, chandal negro, camiseta verde agujereada y con algunas manchas de pintura ya secas, bromean, hacen guasa sobre el chaval expulsado y su supuesto país de procedencia. El mastodóntico empleado de la renfe coge mi billete para picarlo y exclama: ¡ esta gente se cree que yo me chupo el dedo! Todos asienten. Otro ladrillo más en el muro.

martes, 13 de octubre de 2009

PURA PARANOIA


BLACK SABBATH. PARANOID

De mi padre, entre otras cosas, he adoptado el gusto por la lectura de periódicos como la mejor fuente de información que uno pueda tener. Desde el "Marca" hasta el "Mundo Obrero", pasando por "El País" etc., tengo la mala costumbre de zambullirme en sus páginas con avidez insana de sucesos y opiniones, editoriales y pies de foto. Digo mala costumbre, porque la mera búsqueda de información acaba convirtiéndose en un auténtico "auto de fe" intelectual, un viaje interior a la locura desde la más ingenua de las inocencias a los más peligrosos transtornos delirantes. Y es que todo es pura paranoia: Cristiano Ronaldo se lesiona para un mes, y en el "Madrid", al superar dicho percance los quince días de inactividad, suspiran aliviados porque será una aseguradora privada la que costee el sueldo de este chico durante dicho periodo (algo más de 900.000€); un tal "Rhadikov", presidente de Chechenia, sobre cuya jeta pesan cientos de asesinatos y miles de torturas, termina sus discursos con un "Viva Chechenia" y "Viva Putin", sólo tres años después de mantener una guerra contra Rusia cuando su padre era Presidente; en el caso "Gürtel", cuando por cada folio que se conoce del sumario asoman otras tantas cabezas temblorosas de políticos conservadores con un gusto exquisito por el lujo, sobre todo cuando lo pagamos los demás, Dolores de Cospedal, secretaria general y número dos del PP, asegura sentirse espiada como en una dictadura y dice no confiar para nada en un sistema judicial que, con gran voluntad y espíritu de sacrificio, su partido contribuyó a construir.
En este momento, y habiendo pasado por distintas fases de locura, desde delirios de grandeza hasta manía persecutoria, casi me pasa inadvertida la noticia de la semana: y es que a Barack Obama le dan el Nobel de la paz, parece ser que por lo que buenamente pueda aportar al tema, más que por lo ya hecho (que es nada de nada). Trato de no indignarme, ya que dicho galardón recayó otras veces en personajes de dudosa catadura, sin ir más lejos en el tipo más indigno de mediados del siglo xx, Henry Kissinger, y me digo que en algo estamos mejorando. En su descargo, hay que decir que Obama reconoce no merecerlo, y en su cargo, que a pesar de ello acepta el premio (paranoia en estado puro); pero lo más delirante de todo este teatro del absurdo no es lo antes citado, sino la inquietante certeza de que el ganador moral de este premio es, sin lugar a dudas, George Bush Jr., aquel subnormal profundo aupado al olimpo por mariposas en Florida, ya que sin su buen hacer y su mano izquierda, Obama no sería hoy el adalid de la paz que es.
En 1970, Black Sabatth, con el estrámbotico Ozzy Osbourne a la cabeza, cantaba sus locuras en una de sus mejores composiciones " Can you help me? Ocuppy my brain?" y con esta canción de fondo cierro el periódico y enciendo el ordenador. Mientra reflexiono sobre el momento en que convertimos la estupidez en dogma y la lógica en algo extraordinario, me pongo el disfraz de pseudo-comunista del SXXI, tecleo en mi PC "made in" Bill Gates y bebo de un refresco imperialista. Pura paranoia.

jueves, 8 de octubre de 2009

OCTUBRE, OCTUBRE


PEDRO GUERRA. EL MARIDO DE LA PELUQUERA

Para mí, desde hace ya algún tiempo, octubre sólo es el título de una de las mejores novelas de José Luis Sampedro, aparte de venir justo después de Septiembre, mi mes favorito del año. Es por eso, que suelo estar estos días un poco taciturno, melancólico, ensimismado... como resacoso. Hijo de la luz (quizás también del agobio, como decían los "Triana") arrastro en lo sucesivo una cierta tristeza amable que me torna algo más contemplativo y reposado, como de canción de Pedro Guerra. Y es ahí donde quiero llegar, porque un mes que siempre me pareció de transición, apocado entre el fin del verano y la llegada del año nuevo,me va a regalar una semana maravillosa, maravillosa por lo otoñal (en su acepción poética) y por lo músical. Nada mejor para estos días, que gastar un sábado por la noche viendo al genial Javier Krahe (la "mandrágora" sigue vigente) acodado en la barra de un bar, para completar el círculo al viernes siguiente (mañana para ser más exactos) disfrutando del cantautor, sin lugar a dudas, más otoñal de todos, Pedro Guerra. Si, entre ambos conciertos, mis horizontes económicos parecen despejarse y el fin de semana se multiplica por dos, creo que no tengo más que decir. Octubre, octubre... enciendo un cigarro y tarareo una canción:
" Y abrázame fuerte, que no pueda respirar.
Tengo miedo de que algún día, ya no quiera bailar conmigo... nunca más."
Y estoy contento.

lunes, 5 de octubre de 2009

NECESITAMOS UN REMEDIO


THE BLACK CROWES. REMEDY

Sí, una solución, una pócima mágica, una varita o un conejo de la chistera. Necesitamos un remedio.

Necesitamos leyes que regulen el libre flujo de capitales y de litros de "champaña" per cápita. Necesitamos que los perros domesticados vuelvan a ser lobos pero no para el hombre. Necesitamos enfriar la temperatura media del planeta y la frente de miles de altos ejecutivos. Necesitamos vacunas y condones para África y resoluciones de la ONU para obispos pedófilos. Necesitamos que se hagan guerras en nombre de Donald Rumsfeld, pero que sea el pueblo el que decida donde lanzar sus bombas. Necesitamos menos burkas ideológicos y más anarquismo cultural. Necesitamos más librerías y menos gimnasios, más democracia sexual y menos radiofórmulas, menos gigabites y más bares, más mujeres y maricones encantados de haberse conocido y menos Roucos liderando manifestaciones. Necesitamos ciudades habitables y mayos con adoquines, fusiles con claveles y Guevaras en los ayuntamientos; necesitamos menos tanques por primavera y por la franja de Gaza, menos "Christianos Esteban" y más televisión de calidad. Necesitamos que resucite Bennedetti y Pablo Neruda y José Hierro, más palacios de invierno ocupados, menos telones de acero inventados, más pateras que lleguen a buen puerto. Necesitamos que Guantánamo se rehabilite en un programa de corazón, que la noche sirva para amarse a la luz del día, que los relojes de arena desemboquen en una playa paradisíaca, que los tontos del culo no marquen la línea editorial de nuestro futuro. En fin, necesitamos palabras nuevas para los problemas de siempre, y que la esperanza no desepere mientras aguardamos nuestro momento.

Sí, sin lugar a dudas, necesitamos un remedio.

" Can i have some remedy?

All we need is a remedy..."

jueves, 1 de octubre de 2009

Y SIGO... EL CLUB DIMEMBERG


MEGADETH. HEADCRUSHER

Y sigo... Influenciado por la música que esta tarde escupe mi adorado "Platanisso" mientras escribo en este blog, he decidido contar algó más. En mi precioso radiocassette, 40€ en carrefour, está sonando el nuevo dico de Megadeth "Endgame" para que mi rabia aumente y se funda irremediablemente con mi paupérrima situación económica (que no personal, de momento, todavía); y es que el caso es el siguiente:
El mentado disco tiene una línea argumental basada en el denominado "Club Dimemberg", un selecto grupo mundial de lo más granado del mundo empresarial y financiero que lleva décadas trazando una estrategia económica para hacerse con el poder y de paso, hundir a más del 80%de la población de este planeta en la más miserable de las pobrezas (si toda pobreza no es miserable) y convertirla en la práctica, en un ejército de esclavos subordinados a sus caprichos. Para completar el cuadro, se filtró hace unos meses que este club se reunió en una ciudad de EEUU (ubicación desconocida) donde se redactó un documento con las líneas maestras a seguir, firmado, entre otros, por el ex-presidente norteamericano George Bush Jr. (¡Lo que le faltaba a Cádiz, el puerto!).
Hace unas semanas, tuve el placer de ver un documental muy recomendable llamado "Zeitgeist", en el cual se sostiene la teoría de que todas las grandes crisis mundiales (desde 1929) son provocadas por una élite financiera famélica de poder y vacía de principios. Siempre tuve muchas reticencias a creer todas estas teorías conspirativas a gran escala, con ese tufillo a filme de ficción hollywoodiense; quizás se deba a esta cultura católica de siglos que todo lo impregna, o a la espontánea filantropía del que poco o nada ha visto aún, el caso es que tengo mis dudas. Sin embargo si uno ve ese documental, lee los libros precisos y mira su cuenta antes que acabe el mes, no puede evitar dar credibilidad a las más increíbles teorías y dejar que la rabia fluya sin control (en mi caso no pasa de gritar las canciones de grupos como Megadeth: "Death by the headcrusher...)
En fin, es tarde y estoy cansado de estar cansado... Voy a ver quién juega hoy en la sexta...

DINERO, DINERO


OBÚS. DINERO, DINERO

Llevo dos días leyendo un dossier del diario "Público" que se llama "Cómo salimos de la crisis". 48 horas atravesado entre artículos del presidente Zapatero, Florentino o Botín; enredado en la tinta gris de entrevistas a Miguel Sebastián y Juan Ramón Quintás o reportajes sobre el naufragio de Lemhan Brothers y las peculiaridades del tejido productivo español (???). Todo este castigo que me impongo viene de una natural y lógica preocupación por la realidad que me envuelve y por el acuciante pavor que sentí, cuando miré mi cuenta bancaria y calculé lo días que quedaban para terminar el mes. Tengo que decir que se me he ha quedado la misma cara de tonto que antes o peor, porque ahora tengo alguna inquietud nueva: "Cómo salimos de la crisis con esta pandilla de cuatreros", o "Cómo se resuelve una crisis capitalista por la izquierda", o "Cómo carajo hemos consentido que tanto sinvergüenza nos esquilme de esta manera" etc...etc... Por mi cabeza aparecieron pensamientos "made in Robespierre" en una versión más moderna o "paredoniana", y certidumbres revolucionarias pubertosas de cuando apenas conocía nada, se me antojaban el hilo de Ariadna que nos mostraría el camino para escapar del laberinto. Ya un grupo músical como Obús, en 1982, decía en una de sus canciones, con toda la simpleza macarril de la que era capaz "...Nunca podrás cambiar mi mente, mi cerebro, nunca podrás cambiarme" en referencia obvia al dinero capitalista y su alienación. Quiero pensar, ahora más que nunca, que siempre hay un camino a la izquierda y que por ese camino se llega al sur, a ese sur de Benedetti, que es donde realmente me gustaría estar.
En resumidas cuentas, y sin soluciones individuales que me ayuden a superar el trago de la crisis, hago mía la máxima Gramsciana incubada tras la segunda guerra mundial, de un nuevo humanismo marcado por el pesimismo de la inteligencia y el optimismo de la voluntad.