jueves, 25 de agosto de 2011

LA POSIBILIDAD DE LO IMPROBABLE


FOO FIGHTERS. LONG ROAD TO RUIN

Es posible aunque no probable, que un mono de la especie de los chimpancés, entre en una oficina cualquiera, levante la mano a modo de saludo a la recepcionista, tome asiento en el despacho del gerente y con el dedo índice de su mano derecha apriete el botón de encendido del ordenador. Es posible, aunque no probable, que ese mismo chimpancé empiece a golpear las teclas por azar ante la mirada atemorizada del jefe de la empresa, y en la pantalla de la computadora aparezca el siguiente texto: "En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme..." Es posible, aunque no probable, que nuestro increíble primate tras dos días y tres noches de teclear sin descanso al más puro y libre albedrío, acabe redactando la primera parte del Quijote coma por coma y punto por punto, después se levante de la silla, lanze un bostezo al aire y salga por la misma puerta que entró, ante la atónita mirada de empleados, reporteros, científicos y una dotación de bomberos. Es posible, aunque no probable.

Nuestro gobierno (no Merkel ni Trichet, sino las marionetas, esas que elegimos hace cuatro años para que luego no nos hicieran ni puto caso) quiere ahora reformar la Constitución. Esgrime, mi gobierno moribundo, que hay que reducir costes para salir de la crisis, que no se puede gastar tanto en educación, sanidad, seguridad, infraestructuras, ocio, desempleo, que lo hace Alemania y lo van a hacer Italia y Francia, que no basta con una ley ordinaria, hay que inventar un precepto consitucional que asegure el futuro de todo ese sector privado que vendrá a salvarnos de este largo camino a la ruina que es el estado del bienestar. Asegura, mi cobarde y desnortado gobierno, que no es preceptivo convocar un referéndum, que no hace falta, que hay prisa, que traerá calma y sosiego para todos (todos los mercados, se entiende), que la derecha está de acuerdo, que esto es como los pactos de la moncloa, que es el principio del fin de este largo camino a la ruina que es el estado del bienestar.

Es posible, aunque no probable, que este gobierno se decidiera de una vez por todas a hacer lo que prometió y, antes de instaurar la ideología neoliberal por mandato constitucional, se dedicara a luchar contra la economía sumergida y los paraísos fiscales, a limitar las indemnizaciones millonarias o a crear una fiscalidad más progresiva. Es posible, aunque no probable, que este gobierno hiciera honor a sus siglas y dejara de privatizar todo aquello mínimamente rentable, adelgazando la riqueza de todos en beneficio de unos cuantos buitres carroñeros. Es posible, aunque no probable, que este gobierno o el que venga, actúe como el gobierno de un país democrático, ese en el que los políticos representan la voluntad de los ciudadanos, y ya no se vean nunca más ciudades puestas a los pies del clero, policías golpeando selectivamente o familias expulsadas de sus casas por un banco. Y es posible, aunque no probable, que este gobierno o el que venga o el de más allá, como el mono que escribió por azar el Quijote, de repente, un buen día, para sorpresa de propios y extraños, mercados y agencias, curas y peregrinos, dé un puñetazo en la mesa y se ponga, ni más ni menos, a hacer política en favor de los ciudadanos a los que representa.

Es posible, aunque no probable.


"Long road to ruin there in your eyes

under the cold streetlights

no tomorrow, no dead end in sight"

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