jueves, 17 de diciembre de 2009

ASÍ SON LAS COSAS


SEPULTURA. TERRITORY

Las cosas funcionan así:
un dictador monórquido, beato y enano, a punto de darle con mano temblorosa una moneda a Caronte; un grupo de amigos liberales que tienen una asociación dónde explayar su megalomanía y embarcar a sus países; un rey a medio camino entre el mueble bar y el logopeda; un sultán con turbante y cuchillo entre los dientes, camisa verde y corazón de Alí Babá y allá, al fondo, como naturalezas muertas en un cuadro ultrapop de Andy Warhol, un grupo de esclavos a los que les han prometido darles por fin ese pedacito de tierra que les usurparon.

Pero todo se precipita y, de repente, el genocida de un sólo testículo atraviesa el río Estigia para adentrarse en el hades; el rey sigue buscando un vaso de culo ancho y cubitos para el güisqui "on the rocks", mientras practica la posición de la lengua al pronunciar la "r" sonora; los amigos liberales, muy democráticamente, miran para otro lado y pelean como hienas para ganarse un rinconcito en el paraíso a la diestra del colega yanqui y, por fin, el sultán moro, traidor y asesino, con su legión de paletos y perversos súbditos, aprovechando que hasta Dios o Alá están en otras cosas, decide empujar a los esclavos más allá del agua y de los caladeros y de las casas y del gas y de los yacimientos de fosfatos, crearles una frontera de minas antipersona para que se mueran de hambre bien juntitos y proclamar, como un vulgar bandido, que lo que nunca fue suyo, siempre fue de su propiedad.

Treintaycuatro años después, una mujer agoniza en la UVI del coto de caza del rey pasmado. Treintaycuatro años después, el hijo del saqueador con turbante verde, amamanta a su legión de súbditos analfabetos y culpables en la creencia "que Alá propone y el sultán dispone". Treintaycuatroaños después, los hermanos pequeños de los amigos liberales desenfundan sus ideales de salón para llevar a cabo actuciones esperpénticas y cobardes, autojustificar sus sueldos y sus lecturas adolescentes, ahogarse en su propia impotencia y desfachatez y hacer de la ONU una vulgar tertulia de amigotes, una asociación de opereta. Treintaycuatroaños después, los malos son los buenos y los humillados son los terroristas y los gobiernos cómplices de este despropósito, en vez de cargar contra aquellos que infringen las leyes y los derechos humanos, aprietan las tuercas a la única persona en toda esta historia capaz de morir por lo que es suyo, por lo que le arrebataron, por la dignidad y por la justicia caiga quien caiga, incluso a pesar de su propia vida; su nombre, Aminatou Haidar.

Y luego quieren que no nos dé asco este mundo y luego quieren que respetemos sus instituciones y luego quieren que les votemos y luego quieren que no me llegue la rabia hasta la punta del cuello...

"Thought control behind propaganda

false information to manage your anger.

War for territory!!!!!"

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