lunes, 2 de noviembre de 2009

DERECHO A SER FELICES (I)


EXTREMODURO. AMA Y ENSANCHA EL ALMA

"Esta alegría que ahora siento
yo sólo sé lo que me cuesta"
JOSÉ HIERRO
Todos, absolutamente todos sin excepción, tenemos derecho a ser felices, a estar alegres, a ser alegres: los niños soldado de Sierra leona, de Uganda, del Congo; las mujeres maltratadas, las violadas, las asesinadas, las discriminadas; el "homeless" neoyorkino o el "clochard" parisino o el vagabundo de Maisonave; los extranjeros de cualquier nacionalidad, de cualquier color, de cualquier profesión; los mayores abandonados, las camareras explotadas, los escritores fracasados; las víctimas del terrorismo, las de la religión, las de las dictaduras; los parados, los asalariados y los autónomos, los enfermos y los locos, los amantes despechados o rechazados, hasta los hinchas del "Atleti", todos, sin excepción, tenemos derecho a ser felices.
Porque sé lo que cuesta la alegría, y porque sé que este es el mundo que gira y gira conmigo, y porque sé quien soy y quien eres tú y quienes son ellos, y por eso mismo, a pesar de mí y de ti y sobre todo de ellos, no me callaré, no renunciaré a defender mi derecho a ser feliz aquí y ahora, en este momento, en este lugar.
Roberto Iniesta lo dijo mejor: "Quisiera que mi voz fuera tan fuerte, que a veces retumbaran las montañas. Y escuchárais las mentes social-adormecidas las palabras de amor de mi garganta."
Pues eso.

1 comentario:

  1. Hoy he hecho las cosas bien y no me he limitado a leer el texto. He escuchado la canción y, efectivamente, así cobra todo mucha más fuerza, si cabe. Deseando estoy leer el Derecho a ser felices (II).

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