jueves, 8 de octubre de 2009

OCTUBRE, OCTUBRE


PEDRO GUERRA. EL MARIDO DE LA PELUQUERA

Para mí, desde hace ya algún tiempo, octubre sólo es el título de una de las mejores novelas de José Luis Sampedro, aparte de venir justo después de Septiembre, mi mes favorito del año. Es por eso, que suelo estar estos días un poco taciturno, melancólico, ensimismado... como resacoso. Hijo de la luz (quizás también del agobio, como decían los "Triana") arrastro en lo sucesivo una cierta tristeza amable que me torna algo más contemplativo y reposado, como de canción de Pedro Guerra. Y es ahí donde quiero llegar, porque un mes que siempre me pareció de transición, apocado entre el fin del verano y la llegada del año nuevo,me va a regalar una semana maravillosa, maravillosa por lo otoñal (en su acepción poética) y por lo músical. Nada mejor para estos días, que gastar un sábado por la noche viendo al genial Javier Krahe (la "mandrágora" sigue vigente) acodado en la barra de un bar, para completar el círculo al viernes siguiente (mañana para ser más exactos) disfrutando del cantautor, sin lugar a dudas, más otoñal de todos, Pedro Guerra. Si, entre ambos conciertos, mis horizontes económicos parecen despejarse y el fin de semana se multiplica por dos, creo que no tengo más que decir. Octubre, octubre... enciendo un cigarro y tarareo una canción:
" Y abrázame fuerte, que no pueda respirar.
Tengo miedo de que algún día, ya no quiera bailar conmigo... nunca más."
Y estoy contento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario