lunes, 26 de octubre de 2009

HÉROES


DAVID BOWIE. HEROES


"Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida,
esos son imprescindibles."
BERTOLT BRECHT


Recordé estas palabras del genial dramaturgo alemán el otro día viendo el telediario, al hilo de dos noticias que dieron continuadas casi como si formaran un bloque aparte, una excepción. En la primera, Cándido Méndez, Secretario General de U.G.T., en uno de esos macrodesayunos que organiza alguna entidad o sociedad financiera para solaz de periodistas mercenarios y acaudalados mesías del mercado, replicaba a Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE. Este último reprochaba a los sindicatos su intransigencia en las negociaciones para la reforma laboral, esgrimiendo el apoyo que tanto el FMI, el banco central europeo y el español, entre otros oráculos, daban a sus tesis; el singular sindicalista, con esa cara de abuelo de Heidi y parroquiano de bar de la esquina, le contestó con una simpleza digna de un genio: "Si esos señores han sido los que nos han llevado a esta crisis mundial, por qué no puedo pensar que también se equivocan esta vez".
En la segunda noticia, se hacían eco del plante de los sindicatos ante la oferta que Magna (una empresa austríaca que quiere comprar Opel a General Motors) ofrecía a los trabajadores para no demantelar completamente la planta que la firma tiene en Zaragoza: nada de 3500 despidos o salimos a la calle.
Ninguna de ambas actuaciones parece revestida de la aureola de una gran hazaña y eso fue lo que poderosamente llamó mi atención. ¿Por qué me parecían entonces tan valientes, tan suicidas, tan heróicas? Estamos faltos de heróes, de héroes de la calle, del día a día, eso fue lo que pensé;nada de gigantes históricos con inquietantes cadáveres en el armario, sólo personas, heróes cotidianos capaces de rebelarse ante la injusticia de un destino escrito sin su concurso, sin su opinión, sin su voluntad. Traté de recordar casos similares en los últimos tiempos: Roberto Saviano y su libro contra la mafia, Anna Politkóvskaya, asesinada por airear los trapos sucios de Putin, o Neda, la mujer iraní tiroteada en una manifestación contra el clamoroso pucherazo electoral perpetrado en su país. Todo los demás eran heróes subjetivos o heróes encumbrados por la verdad oficial, pero ni uno sólo con el que poder cruzarme en la panadería o en la escuela de los niños. Si la gente tiene los gobernantes que se merece, como afirmaba Arturo Pérez Reverte, claro está que andamos necesitados de héroes, pero aún así me resigno a creer en panorama tan desolador. Como dijo Sthendal "amo la fuerza, y de la fuerza que amo, una hormiga puede mostrar tanta como un elefante" y en eso creo, en ser conscientes de nuestra fuerza y nuestra voluntad para tener algo que decir a los que escriben nuestro futuro. Por mi parte, si no puedo ser imprescindible a la manera de Bertolt Brecht, intentaré, a la manera de David Bowie, ser héroe por un día todos los días que pueda: "we can be heroes just for one day" y así por fin, tener los dirigentes que realmente merecemos.

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